DOBRES. POTES

FIN DE SEMANA ENTRE MONTAÑAS


Una vez más, gracias a las sugerencias de la pag. www.buscounchollo.com he podido disfrutar de una escapada de fin de semana de esas que a mí me gustan, completita. Ahora os cuento...


POSADA EL SESTIL



La oferta consistía en dos noches en la posada El Sestil situada en Dobres, una localidad perteneciente al municipio de Vega de Liébana; una cena con productos de la zona, los dos desayunos tradicionales, y una visita a la bodega Picos con cata de orujos y vino lebaniego. En la posada ofrecen información para realizar rutas por la zona, y ofertan descuentos del 40% para el balneario de la Hermida. No me digáis que no es un Pack "completo"!


Comenzamos con la llegada a la posada, donde encontramos un ambiente familiar de lo más encantador, y unas maravillosas vistas de las montañas que abrazan el pueblo de Dobres y el vecino barrio de Cucayo. El acceso a este espectacular lugar no es nada fácil. Se realiza a través de una sinuosa carretera por la falda de la Peña de la Hoz. Sus siete curvas de herradura,nada menos,van incrementando tu asombro a cada kilómetro recorrido en ascenso hasta alcanzar los 936 metros de altitud sobre el nivel del mar. Es parada obligatoria los miradores que hay a la altura de los dos túneles excavados a mano en la montaña y de cuya construcción hablan los habitantes del pueblo con orgullo.


La sensación que se tiene al llegar a este hermosos valle es tan jubilosa que brota el deseo de conocer el nombre de cada una de las montañas que se muestran majestuosas ante unos ojos que no alcanzan a contemplar tanta belleza en un solo plano.
En este enlace http://www.laliebana.com/vegadeliebana/dobres-en-vega-de-liebana/ he encontrado los nombres, pero no se cuál es cuál. 
Peñas Negras, Peña De Diego y Peña De Castro.



iglesia de San Mamés en Dobres

Siendo tan maravilloso el entorno, nos acercamos a visitar El Barrio de Cucayo a tan solo 800 metros, para descubrir un entresijo de calles empedradas donde campan a su gusto las gallinas, charlan tranquilamente sus vecinos, y los gatos huyen de los turistas pesados con cámara de fotos. Por su buen estado de conservación así como de forma de vida, fue declarado junto a Dobres, Conjunto Histórico Rural. 



Después de perseguir a las gallinas y a los gatitos por las calles hasta llegar a una pequeña ermita, decidimos tomar un refresco en el  coqueto hotel que dispone de una pequeña, pero privilegiada,  terraza con vistas al pueblo y a la montaña. 

POTRO DE HERRAR DE MADERA


ermita de Cucayo
CUCAYO

Llegada la hora de la cena, nos sorprendieron muy gratamente con una suculenta lasaña de calabacín de la huerta y un guiso de ternera con la carne más jugosa y tierna que he probado, (incluída en la oferta). Tanto nos gustó el menú, que decidimos cambiar los planes de comer el cocido montañés en Potes,(ya lo hemos probado más veces) por un menú de cocina casera en el hostal. 



LASAÑA DE CALABACÍN

Después de cenar, mientras saboreábamos un digestivo orujo de hierbas, sentados plácidamente en las tumbonas, planeamos, según las orientaciones dadas en el hostal, la ruta por los montes de la mañana siguiente. 



El ascenso a los montes de Pineda se realiza desde Cucayo. Hay una travesía circular de dificultad baja que discurre por un camino que  al principio está hormigonado. Es una ruta muy frecuentada por ciclistas y motos pero tuvimos la gran suerte de encontrarla prácticamente desierta, salvo por algún otro huésped del hotel y por supuesto las vacas que aún permanecen en los idílicos prados esperando la llegada del invierno, antes de las primeras nevadas cuando bajarán a refugiarse los establos. 



En esta ruta se pueden visitar dos molinos bien señalizados del siglo XV, solo hay que dejarse guiar por el rumor del agua, y dada la jornada calurosa que pudimos disfrutar, nuestros cuerpos iban como zombis atraídos por el frescor de las aguas del Río Frío.




MOLINO DE DOBRES


Nosotros no fuimos capaces de encontrar el camino circular, así que subimos hasta la pradera y vuelta al pueblo puesto que se hizo la hora de comer. 






El menú no nos defraudó, y una vez más nos decantamos por la jugosa ternera, esta vez en forma de solomillo a la plancha y la sabrosa cecina. El postre, flan casero. Todo un manjar. 


CECINA
SOLOMILLO
FLAN







Por la tarde, nos acercamos a la localidad de Cabezón de Liébana, concretamente a Cabariezo, muy cerca de Potes (5 km), para acudir a la visita de la bodega y destilería Picos, como así ofertaba nuestra reserva.
http://vinosylicorespicos.es/bodega/


BARRICAS DE ROBLE FRANCÉS 

Debo decir que la visita, nos gustó mucho. Se realiza un recorrido por las instalaciones mientras te van explicando la forma de elaborar el vino y los destilados de manera didáctica y divertida, culminando con una cata del vino con la variedad predominante en la zona: la mencía. Probamos el blanco y el tinto.
Por si fuera poco, también pudimos probar el orujo, el blanco, el de café, el de miel y las cremas de orujo. Con demostración para saber si el destilado es de buena calidad o no. Esto, tendréis que ir para saberlo, no voy a desvelar el secreto... 
Pudimos catar también las ginebras y el producto más novedoso que tienen: destilado de malta, que ahora mismo está también envejeciendo en barrica para convertirlo en whisky. 



Por si fuera poco, la cata se realiza degustando los productos típicos de la zona: los quesos, embutidos y mermeladas elaborados en la comarca de Liébana, y disponibles en su propia tienda. 


Qué os parece??? bien, no??? pues aún hay más. Si compras alguno de sus productos, la bodega te ragala una botella de vino extra. Un auténtico bombazo!





Terminada la visita, decidimos volver al hostal a descansar. 


La mañana del domingo la teníamos dedicada a descubrir los bonitos miradores del desfiladero de la Hermida, la interesante iglesia prerrománica de Santa María de Lebeña y circuito termal en el balneario. La "XXXII subida pedestre al desfiladero de la Hermida" nos pilló de sorpresa atascando el paso de nuestra ruta y emplazándonos a tomar un café para hacer tiempo en la mágica localidad de Potes. Siempre llena de vida y con un evento de esta magnitud, aún más. 


POTES


Transcurrido el tiempo de espera,  nos ponemos en marcha de nuevo dirección a Santa María de Lebeña, la Virgen de la Buena Leche. Llegamos justo a tiempo de entrar con la última visita de la mañana, y menos mal, porque la iglesia permanece cerrada el resto del tiempo, aunque mencionaron que se sigue realizando culto. 
El lugar de emplazamiento es maravilloso, a orillas Del Río Deva, entre montañas y árboles, no puedo imaginar un lugar mejor para la oración y la relajación de la mente. 


SANTA Mª DE LEBEÑA

Una pena que mis conocimientos sobre arte sean tan limitados, puesto que la iglesia, aunque pequeña guarda grandes tesoros arquitectónicos unificando tres estilos muy diferentes: prerrománico, mozárabe y visigodo. 



Once siglos de historia con una importante carga de leyendas con reyes, caballeros, nobles como protagonistas. 

https://www.turismodecantabria.com/disfrutala/que-visitar/57-iglesia-de-santa-maria-de-lebena/buscador-aWRab25hPTEm


En este enlace podréis encontrar algunas de ellas, así como imágenes del interior, ya que no se permite hacer fotos del interior.




Partimos de este lugar de cuento hacia el balneario de La Hermida. Sin embargo, al cambiar el horario para el circuito debido al retraso, nos da tiempo a realizar alguna parada más. Nos perdemos por la carretera que asciende hacia la montaña, hacia Puentenansa, para encontrar en ella un mirador bastante escondido, pero señalizado en la carretera. Siento decir que no recuerdo el nombre, y no hice foto al cartel. De todas formas, es más famoso el de Santa Catalina, y otorga mejores vistas. 

En esta carretera descubrimos también el pueblo de Linares perteneciente al ayuntamiento de Peñarrubias, que guarda un tesoro escondido: La Torre del Pontón, del siglo XIV y XV, declarada Bien de Interés Cultural. No llegamos a tiempo de entrar a verla. 




Y por fin la recompensa para nuestros cuerpos cansados del viaje y de la rutas por las montañas: llegamos al balneario. Hora de comer. Como no apetece meterse a remojo después de una gran comilona, decidimos picar algo en la cafetería-terraza y descubrir un cuidado plato combinado de pollo con ensalada y patatas servido, eso si, como a príncipes. 



El Balneario se encuentra en un privilegiado entorno donde las aguas  minero medicinales de tres manantiales brotan a 60º proporcionando multitud de beneficios para la salud. Está considerado como uno de los mejores balnearios de Europa y así lo demuestra su cuidado mantenimiento, la atención del personal y la calidad de sus servicios. 



No se podia terminar  de mejor esta escapada. 


































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