Tierra de Campos: Villa romana. Cervatos de la Cuez

Descubriendo Tierra de Campos



Aprovechando una preciosa tarde soleada, me doy un paseo por Tierra de Campos para disfrutar de algunas localidades por las que habitualmente paso pero que nunca encuentro tiempo para entrar y conocer.

Descubro la Villa Romana de Tejada, en Quintanilla de la Cueza. Una excavación que muestra el paso de asentamientos romanos en esta zona. Obras de ingeniería avanzada que sorprenden en la actualidad por su complejidad y su belleza.

Una localidad: Cervatos de la Cueza, con un museo dedicado a la figura del general San Martín, una iglesia con historia, y un torreón que formaba parte de una antigua iglesia pasto de las llamas en el pasado.

Una torre-mirador de Tierra de Campos, en la localidad de Loma; otro más, puesto que ya he visitado el que por excelencia adquiere ese nombre en Autilla de Campos, con el atardecer más asombroso que se pueda imaginar.


Villa romana de Tejada

La entrada se puede hacer conjunta con la villa la Olmeda y el museo de la Olmeda, o por separado.
En la página web se pueden hacer reservas para grupos con visita guiada, pero de forma individual solo se puede adquirir la entrada en ventanilla.


Información de la pag web : https://www.villaromanalaolmeda.com/villa/tejada/presentacion


El yacimiento arqueológico de La Tejada se encuentra situado en el municipio de Quintanilla de la Cueza, Palencia, muy próximo al Camino de Santiago, parte de cuyo trazado discurre junto al de la antigua vía romana De Italia in Hispanias o Aquitana y al de la actual carretera N-120.
El nombre del yacimiento procede del topónimo del pago en que se descubrió en 1970. En la actualidad, los restos arqueológicos están protegidos por un edificio que, además de preservarlos, hace posible su visita de forma cómoda y accesible.


En La Tejada es posible contemplar un amplio conjunto de estancias decoradas con pavimentos de mosaico y provistas de sistema de calefacción (hipocaustum), que reflejan el lujo y la comodidad existentes en esta parte del Imperio durante un periodo de ocupación que abarca desde los siglos I al V d.C.



El espléndido conjunto musivario cuenta con elaboradas y coloridas composiciones geométricas y figurativas con temas mitológicos, marinos o alegóricos.


A esta riqueza decorativa se suma el complejo y sofisticado sistema de calefacción que consiste en varios tipos de hipocaustos con pilae, arcos y galerías subterráneas.
Si bien este lugar es mencionado como villa romana o explotación agropecuaria del Bajo Imperio, lo cierto es que las características de las estructuras que lo forman y la enorme extensión del yacimiento, parecen indicar que, al menos en lo que se refiere a los restos visitables en la actualidad, muy bien pudiera tratarse también de las termas de una edificación relacionada con el hospedaje de viajeros en tránsito por la cercana vía romana que comunicaba Burdigala (Burdeos) con Asturica Augusta(Astorga).

Los hipocaustos son considerados el origen de las famosas "glorias" castellanas 

El área excavada muestra tan sólo una parte de la extensión total. Actualmente se pueden visitar los restos de tres bloques de construcciones diferentes:
  • Trece habitaciones dispuestas en un eje norte-sur con muros de mampostería de piedra caliza alternando con hiladas de ladrillos.
  • Un amplio pasillo porticado orientado de este a oeste, en cuya zona norte se disponen otras seis habitaciones pavimentadas con mosaico y otra serie de estancias quizá destinadas al almacenamiento.


Las estancias principales tenían pinturas murales con decoraciones de temas geométricos, vegetales o imitando mármoles.
En cuanto a los mosaicos, los de tema geométrico presentan elegantes motivos decorativos de nudos de Salomón, ajedrezados, esvásticas, sogueados, etc.

Los mosaicos figurativos muestran escenas mitológicas, como el tema de Leda y el cisne; el de Océanos que se rodea de cuatro delfines y otros peces, en cuyas esquinas se encuentran representadas las Cuatro Estaciones o los de temática marina como la escena, parcialmente conservada, de Neptuno y Anfítrite y el Mosaico de los Peces en el que las distintas especies se representan dentro de un complicado esquema geométrico.
Acceso a la excavación


Un amplio programa cultural da vida a estos espacios a lo largo del año. 
Programa cultural La Olmeda 2019


Cervatos de la Cueza: un pedazo de Argentina en Castilla

En el camino De Santiago , entre Carrión de los Condes y Sahagún se encuentra Cervatos de la cueza, en la comarca de la Cueza, atravesando una calzada romana, y cuyo nombre lo toma por el del río que la cruza. Se supone que en ese sitio debió existir una antigua fortaleza Celta, origen de la actual población.


En estas fechas los campos de Castilla se muestran majestuosos, con un color verde intenso simulan olas del mar mecidas por el viento que en los próximos meses se convertirán en doradas mareas contenedoras del preciado producto base de la alimentación: el cereal 


Preside la plaza mayor el busto de este hombre, natal de esta localidad: El Teniente San Martin.

Datos de la pag web: http://cervatosdelacueza.es/index.php/turismo/casa-museo-general-san-martin/

General San Martin:

Juan de San Martín nació el día 3 de febrero de 1728 en Cervatos de la Cueza, Castilla la Vieja que formaba parte del Reino de España, siendo hijo de Andrés de San Martín y de Isidora Gómez, los cuales conformaban una familia hidalga de clase media cuya casa se conserva en el número 27 de la calle Las Solanas del pueblo antes citado (conocida actualmente como Casa-museo del General San Martín, destacando la sala de honor, donde se guardan recuerdos y testimonios de la amistad con la República Argentina).

Se lo recuerda especialmente por haber sido el padre del general José de San Martín, prócer nacional de la Argentina y libertador del Perú y Chile.

En 1746 ingresó en el ejército español teniendo 18 años como soldado en el Regimiento de Lisboa, con el cual intervino en cuatro campañas militares en el norte de África. Por sus méritos en África el 20 de noviembre de 1764 se le concedió un grado de oficial (teniente), algo poco frecuente para alguien que no era de una familia noble.
Fue destinado a Buenos Aires en 1762, llegando en la expedición militar del gobernador del Río de la Plata Pedro de Ceballos, y designado como instructor del Batallón de Milicias de Voluntarios Españoles. Participó en el bloqueo de Colonia del Sacramento en 1765.

En 1767 llegó al país doña Gregoria Matorras que venía de Paredes de Nava,  en compañía de su primo, Jerónimo Matorras, (quien sería designado gobernador y capitán general de Tucumán), donde conoció a Juan. Se casaron en la catedral de Buenos Aires. El matrimonio tuvo cinco hijos: María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín Rafael, Justo Rufino y el menor de la familia, José Francisco de San Martín.


Iglesia  San Miguel y Santa Columba construida por el gobierno Argentino.
Por los lazos que unen a Argentina y Cervatos de la Cueza, en 1966, con fondos de la Republica Argentina se construyó una nueva iglesia de estilo colonial, (condición única para la donación de fondos) «San Miguel y Santa Columba», en el interior del templo ademas de admirar muchas Santas y Santos se encuentra una talla de “Nuestra Señora de los Remedios”, policromada y de gran devoción por parte de los pastores, que crearon una cofradía en su honor y una talla de la Virgen “Nuestra Señora de Luján” y a su lado la bendición del Papa Francisco que fue pedida por la Alcaldesa Inmaculada Malanda en audiencia Papal el 18 de mayo del 2016.


Parroquia de San Miguel

En el templo originario se casaron los abuelos del General San Martín y fue bautizado su padre, en 1726 y 1728, respectivamente. 
En 1934 fue quemada, hoy en día se conserva la torre original de estilo mudéjar y una capilla construida con posterioridad y terminada en el 2015.


 

La iglesia de San Miguel Arcángel en la cual había un altar dedicado a Nuestra Señora de los Remedios con una escultura en alabastro y buenas pinturas, 10 reliquias traídas de Roma por Andrés Pérez del Cabo que fuera obispo de Ciudad Rodrigo, buena sillería en el coro y un sepulcro. En el museo Diocesano se puede admirar  una reja forjada renacentista del altar con un escudo del obispo Caminero. 

A los pies de la torre se muestra una lápida de la extinta iglesia de Santa Columba, que se fue perdiendo poco a poco y que formaba parte de un antiguo castillo que dominaba el pueblo desde lo alto de una loma donde actualmente se encuentra el cementerio.






Loma: Torre mirador de Campos 



 























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