LA CAPITAL DE LA ORDEN DE SANTIAGO
Esta villa de la Mancha Alta ha sido desde hace siglos la capital de la otrora poderosa Orden Militar de Santiago, que la dotó con uno de los edificios más espectaculares de la región, conocido como el Escorial de Mancha. (https://espanafascinante.com/lugar-para-visitar/que-ver-en-castilla-la-mancha/que-ver-en-cuenca/que-ver-en-ucles/)
La Orden de Santiago y la reconquista de Cáceres
Según la tradición, la Orden de Santiago (la más prestigiosa de las órdenes militares peninsulares) la fundó el rey Ramiro I de Asturias al día siguiente de ganar la batalla de Clavijo (el 25 de mayo del año 846).
Tan determinante debió de percibirse la ayuda del Apóstol Santiago como para que el arzobispado de Santiago de Compostela fuera beneficiado con el Voto de Santiago;esto representaba que la Diócesis de Compostela recibiera de los agricultores las primicias (primeros frutos) de las cosechas y entrega de una parte del botín capturado por los caballeros en cada batalla a los moros; también supuso la fundación de una orden de caballería que protegiera a los peregrinos. Pero esto último no está documentado y (de haber ocurrido realmente) la orden habría durado poquísimo, pues no hay rastro documental de esa hipotética orden de caballería durante los siguientes siglos.
Estando este asunto envuelto en el misterio a causa de la ausencia de documentos; la tesis más aceptada es que el origen de la Orden de Santiago se constituye durante los siglo XII y XIII, a raíz de los sesenta años de luchas intermitentes entre moros y cristiano por la posesión de Qazires (que es como los musulmanes llamaban a la ciudad de Cáceres). Téngase en cuenta que Cáceres fue la ciudad más disputada durante la Reconquista.
La ciudad estaba ocupada por el Imperio almohade hacia 1165, cuando fue conquistada por sorpresa por el caballero Gerardo Sempavor y un grupo de aventureros portugueses que le acompañaban. Pero aquel temerario guerrero fue capturado cuatro años más tarde durante el ataque a Badajoz, intercambiando su libertad por la entrega de su ciudad de Cáceres.
En 1170 el rey Fernando II regresó desde Badajoz a León, haciéndose cargo de Cáceres. El 29 de julio el rey Fernando II, el obispo de Salamanca y trece caballeros (el número que resulta de sumar Jesús de Nazaret y sus 12 apóstoles) fundan la Orden de los Fratres de Cáceres. El honor de ser el primer maestre fue concedido Pedro Fernández de Castro “el castellano”, un veterano caballero que había peregrinado a Tierra Santa, donde conoció la Orden del Temple, concibiendo la idea de hacer otra en León. Fernández de Castro “el castellano” era quien había capturado a Sempavor, considerándosele el mejor ejemplo para esta nueva congregación de caballeros que iba a quedarse al cargo de la defensa de la ciudad.
Los miembros de la nueva Orden fuero conocidos inicialmente como los freires(o caballeros) de la espada. Para abreviar, en la ciudad de Cáceres se les llamó «cáceres y espaderos» para reafirmar su identificación con la fortaleza que defendían. Su símbolo era una Cruz de Cristo en forma de espada, del color rojo sangre; su sede pudo ser la torre redonda de la muralla adosada al palacio de los Carvajal.
El Emir almohade Abu Jacob Yusuf envió un gran ejército para recuperar la ciudad. El 10 de marzo de 1173 las tropas del general Abu Hafs asaltaron las murallas de Cáceres.
Estando la ciudad perdida, los últimos caballeros se negaron a rendirse, retirándose a una torre donde los pocos supervivientes continuaron luchando hasta que todos ellos fueron masacrados. Sus cuarenta cabezas fueron cortadas y exhibidas como trofeo y escarmiento para los cristianos. Esa torre es conocida como la Torre de Bujaco (apelativo que es una derivación del nombre del emir). En recuerdo de aquel terrible acto de barbarie, la Orden celebra cada 10 de marzo la fiesta de sus caballeros mártires, con una misa en su recuerdo.
Expulsados de Cáceres y mal avenidos con el rey Fernando II de León, los caballeros santiaguistas se dirigieron en busca de un patrón al reino de Castilla en busca de un lugar donde asentarse. En Arévalo, el 9 de enero de 1174 el rey Alfonso VIII de Castilla celebró un acto solemne por el que le entregó al Maestre Pedro Fernández de Castro el castillo y la villa de Uclés (en Cuenca) para que fueran su sede. A partir de entonces los santiaguistas dejan de estar exclusivamente en el reino de León.
El rey de Castilla afianzó su influencia sobre la orden al conseguir que el Papa Alejandro III otorgara una bula de fundación religiosa el 5 de julio de 1175.Su vinculación a Castilla y el enfrentamiento con el monarca leonés no impidió a la Orden de Santiago cumplir son su objetivo fundacional. En 1184 los caballeros ayudan al rey Fernando II de León a recuperar Cáceres, pero la vuelve a perder en 1196.
Cáceres se convirtió en una auténtica obsesiónpara el Rey y para la Orden —Para el Rey por ser una plaza fronteriza fundamental para salvaguardar su reino en tanto que para los santiaguistas porque allí había sido fundada y por ella habían muerto aquellos cuarenta caballeros—. Hubo un intento infructuoso de asalto en 1213, en tanto que los santiaguistas pleitearon con el rey por la titularidad de una ciudad que los almohades poseían.
En 1218 el rey y los santiaguistas vuelven a asediar la ciudad pero un duro temporal les obligó a levantar el asedio; los ataques se sucedieron en 1222 y 1223. Según la tradición, la ciudad fue tomada la víspera del 23 de abril de 1229; por eso San Jorge es el patrón de la ciudad y se celebran desde entonces grandes fiestas celebrando la conquista.
Otra teoría es que pudo ser conquistada el 24 de junio de 1227. Reproduciéndose durante dos años los pleitos entre el rey Alfonso IX de León y la Orden por la titularidad de la ciudad, hasta que por la llamada Concordia de Galisteo —llamada así por el castillo de la localidad cacereña donde se firmó el acuerdo— el rey se queda con la ciudad de Cáceres a cambio de entregar a los caballeros santiaguistas las localidades zamoranas de Castrotorafe y Villafáfila y la cantidad de dos mil maravedíes.
En el reino de León la sede de la Orden estuvo en el Monasterio de San Marcos de León (donde sería enterrado el primer maestre). En tanto que la sede castellana de los santiaguistas estaba en la mencionada Uclés. A partir de la unión de ambos reinos durante el reinado de Fernando III la sede principal de la Orden de Santiago fue Uclés.
(Texto de Ignacio Suárez-Zuloaga e ilustración de Ximena Maier)
ESTILO ARQUITECTÓNICO
El monasterio de Santiago Apóstol, más conocido como monasterio de Uclés, se asienta sobre una amplia explanada de un cerro a cuyos pies se encuentra dicho municipio. Este lugar fue primitivamente un antiguo castro celtibérico, después una alcazaba árabe y tras la Reconquista se convirtió en un convento de la Orden de Santiago. La obra del nuevo convento comenzó el 7 de Mayo de 1529, reinando Carlos V y concluyeron en 1735 en el reinado de Felipe V, 206 años después.
En él se dan tres estilos arquitectónicos y decorativos distintos: el plateresco, el herreriano y el churrigueresco, propios de los periodos del Quinientos, Seiscientos y Setecientos, donde coinciden los sistemas constructivos propios del gótico tardío, del renacimiento y del barroco respectivamente.
En la primera etapa del gótico final o tardío se edificó la fachada oriental plateresca y la sacristía. En la segunda etapa renacentista se ejecutó la iglesia, las fachadas norte y oeste y el refectorio. Y en la tercera y última etapa del barroco se elaboró la fachada sur y su portada, el claustro con el aljibe y su brocal y la escalera principal del monasterio.
La planta del edificio es cuadrada, con patio central (claustro), con tres portadas de entrada, una de ellas que corresponde al acceso a su iglesia.
Siguiendo la cronología de los estilos artísticos que se dan en el monasterio, los elementos más importantes a destacar son:
1) Fachada este: Fue realizada entre 1529-1550 por Andrés de Valdelvira, siendo un exponente del estilo plateresco conquense perteneciente último gótico.
2) Sacristía: También es de estilo plateresco y actualmente se utiliza como capilla del Santísimo.
3) Iglesia: Fue construida gracias al impulso del rey Felipe II por el arquitecto renacentista conquense Francisco de Mora, quien dirigió las obras desde 1587 a 1609, al más puro estilo herreriano, concluyéndose en 1598.
4) Fachada norte: Coincide con la fachada norte de la iglesia; es de estilo herreriano, con una portada monumental muy sencilla formada por dos cuerpos.
5) Fachada oeste: Es del mismo estilo renacentista que la fachada anterior y corresponde a los pies de la iglesia y al ala oeste del monasterio.
6) Refectorio: Es de una sencillez pasmosa con muros lisos y sin decoración alguna digna de mencionar a excepción del rico artesonado con casetones octogonales renacentistas, tallado en madera de pino.
7) Claustro: Construido en el siglo XVII, es de grandes proporciones y de estilo barroco, y cuenta con dos alturas y patio en el centro; fue diseñado en su parte inferior por el arquitecto Francisco de Mora a finales del siglo XVII.
8) Aljibe y brocal: En el centro del patio hay un pozo marcadamente barroco, que ostenta en su parte superior el escudo real, por uno de los lados y por el otro el escudo de la Orden de Santiago.
9) Escalera principal: Confeccionada con escalones de una sola pieza que permite el ascenso al piso alto del claustro. En su segundo piso se divide en dos brazos, y destaca por la forma que se cortaron y encajaron las piedras de los arcos que dan acceso al claustro superior. Obra del S. XVII de estilo barroco.
10) Fachada sur: Constituye la fachada principal del edificio, obra del S. XVIII siendo acabada en el año 1735. Atribuida primero a Churriguera y posteriormente a uno de sus discípulos, Pedro de Ribera, se considera un ejemplo del denominado "Barroco exaltado". Sobresale el vano de la entrada compuesto por cuatro pilastras, dos a cada lado y numerosos elementos decorativos: cruces, leones, guerreros, trofeos, ángeles, caras monstruosas etc. Sobre las pilastras un balcón y una ventana rectangular. En la parte superior destaca una imagen de Santiago y la inscripción "Caput ordinis" (cabeza de la Orden) o casa madre de la Orden de Caballería de Santiago.
11) Retablo del altar mayor: El ábside poligonal de la iglesia alberga el retablo mayor barroco, obra de Francisco García Dardero de 1668. Respecto al cuadro que preside este retablo, es obra de Francisco de Ricci, pintor de cámara de Felipe IV, quien lo pintó en 1670, representando a Santiago, montado a caballo y venciendo a los infieles en la batalla de Clavijo.
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